Él no está para contarnos como comenzó su amor por Sportivo, seguramente como a todos impuesto por alguien desde chiquito, de un familiar o persona cercana, a la cual le agradeció toda la vida. Comenzó a ir a los partidos, a gritar los primeros goles, le salieron las primeras puteadas y empezó a querer al Club cada día más, pierda, gane, empate, pase lo que pase. Alguna vez seguro se preguntó ¿porqué amo a éste Club? La mayoría no sabe expresar cual es ese sentimiento, que en sí es una mezcla de todos… Él la respuesta la tenía en la cara, en cada gesto, en cada palabra cuando hablaba de Sportivo. Supo saber cuándo, dónde y en qué momento Sportivo lo precisaba, fue jugador, técnico y un gran dirigente. Más de una vez hemos compartido felicidades, amarguras y en esos momentos es cuando aparecía para abrazarte y levantarte el ánimo, aunque por dentro Él necesitaba ese abrazo para recargarse y seguir. En pocas palabras, éste fue Juan Carlos “CACHENCHO” Preikel.